Inminente salida de Mónica Oltra del Ejecutivo de Puig: Compromís ajusta plazos y condiciones
La salida Mónica Oltra del Gobierno valenciano que preside Ximo Puig es inminente. Se llevará a cabo en cuanto Compromís culmine las reuniones de sus órganos internos y se celebre el encuentro a tres bandas entre el PSOE, Compromís y Unidas Podemos. Por tanto, en cuanto ajuste plazos y condiciones. Sólo resta ponerle fecha, pero no será más tarde de esa misma semana, entre hoy y el viernes. La coalición nacionalista ha dado prioridad a las siglas. Puig apremia porque siente que Pedro Sánchez también le presiona. Para el presidente del Gobierno de España, tras la debacle de Andalucía, la salida de Mónica Oltra era una prioridad.
Vicepresidenta del Gobierno valenciano, consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas, portavoz del Ejecutivo de Puig, secretaria de ese mismo Gobierno y líder de Compromís. Mónica Oltra lo ha sido todo en la política valenciana en los últimos 10 años. Pero la imputación del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) por 3 posibles delitos: prevaricación, abandono de menores y omisión del deber de denunciar delitos en el caso que investiga si cargos y/o personal de su Consejería supuestamente ocultaron las denuncias de la menor abusada por su marido ha constituido uno de los uno de los mayores escándalos de la política española en los últimos años. No podía seguir.
Compromís ve cumplidos sus objetivos: ha mostrado su total apoyo a Oltra y ha enseñado a Puig hasta dónde llegan sus fuerzas. Y ante la posibilidad de que las urnas le pasen factura en en plazo de 10 meses, ha decidido tomar medidas consensuadas internamente.
A nivel de militancia, han evidenciado que no toman la decisión porque Ximo Puig les presione, sino porque electoralmente podía acarrear problemas muy graves. Y se han asegurado -con la presión a Puig- de que la salida de Mónica Oltra no tendrá unos resultados tan calamitosos para la izquierda como en su día ocurrió con el, en aquel caso socialista, alcalde de Alicante Gabriel Echávarri.
Los tiempos se han acelerado porque Unidas Podemos no estaba por la labor de salir del Ejecutivo valenciano si se marchaba Compromís. Y porque Puig jugaba 2 bazas: un eventual acuerdo o batería de acuerdos puntuales con un sector de Ciudadanos. Y la opción de gobernar en solitario antes de convocar elecciones.
Para Ximo Puig supone un alivio, porque podrá ofrecerle a Pedro Sánchez, lo que le pedía: cerrar el caso Oltra en la esfera institucional a la mayor celeridad. Puig había llegado a contemplar la continuidad de Oltra, pero la presión de Madrid y la posibilidad de que le buscaran un recambio le ha hecho pisar el acelerador.
Todas las condiciones se van a cumplir. Incluida la de una salida digna, dentro de lo que cabe, para Mónica Oltra. No le van a pedir el escaño, lo que implica que seguirá teniendo capacidad de decisión en Compromís y en el tripartito valenciano. Pero ya no estará en la primera línea y con una visibilidad permanente.
En esa salida debe quedar claro que el Ejecutivo de Puig respeta a la instancia judicial, pero la considera inocente mientras no se demuestre lo contrario. Compromís no se va a mover un milímetro de sus tesis acerca de la presunta cacería política y de la supuesta falta de pruebas.
El gran problema para Puig es que ahora quedan 2 grandes cuestiones judiciales abiertas. Una, es el caso Azud, que investiga, entre otras cosas, una presunta financiación irregular del partido socialista en Valencia en las Elecciones de 2007. La otra, la supuesta obtención presuntamente irregular de subvenciones de la Generalitat Valenciana por parte de empresas supuestamente también relacionadas con Francis Puig, hermano del presidente valenciano. Su alivio, es que la salida de Oltra le quita un gran peso de encima.
En suma, Compromís sale con la cabeza alta de su pulso a Puig. El presidente valenciano respira y Mónica Oltra queda fuera de sus funciones, pero pendiente de volver y con todos los actores implicados sosteniendo su inocencia y, por tanto, dándole apoyo.